Tu silencio resueña en olas de imparcialidad,
cubriéndome con espuma de reproche
antes de regresar al horizonte,
sin mojar mis labios
con tu beso indulgente
Gaviotas en vuelo hacia mar adentro,
repentinamente devoradas por nubarrones,
su indiferencia, mostrada por su brusco despido,
no consienten ningún consuelo
por palabras desconsideradas
Vergüenza usurpa mi mancillado orgullo,
juro una promesa a la luna llena,
a la brisa mensajera susurrar mi disculpa
y al entregártela,
tu mejilla tiernamente acariciar
La foto tomada en Heidelberg, Alemania