Se ha escrito un crimen Franquismo.
El primer martillazo,
resonó a miles de voces,
como recuperadas de la muerte.
Surgidas del vientre ,
de un águila aseñorada
que canta invencible,
surcando sobre un viento,
entre cadáveres invisibles,
en los que se mece la sangre,
cada ocaso de poniente.
Cuando obró el martillo,
como obra,
sobre una bastilla,
abrió una concha,
de un águila fosilizada.
Alimentada de Prometeos,
hígados amordazados.
Por aquellos condenados,
a la victoria,
disfrazados con plumas en los pulmones,
nuevas verdades,
todavía sin horma,
que están por reescribir.
en este reino atrayente de la muerte.
Valle de piedra de dolor y de silencio,
de águilas como cuervos,
sobre una geometría de rapaz imperial,
entre ríos sagrados,
donde:
afloran cruzados deberes,
entre corrientes alternas,
donde se varan,
en pequeños remolinos,
orillados cuerpos
cubiertos de flechas
que van de la muerte al ojo,
duro y atmosférico,
no de un cadáver que debería conmover.
sino un concepto de odio y rencor.
un pecado que esconder.
de si mismo
¿ de quién?
cadáver.
Angelillo de Uixó.