Palabras ocultas
tras máscaras de falsedad;
palabras de fatuos espantajos,
que aúllan su seca verdad;
tan solo, son voces huecas
arrojadas por viles andrajos.
Palabras que braman
como el trueno;
altivez anegada por la furia,
que laceraron un corazón pleno,
fecundo en tiernos amores,
en noches de llanto y lluvia.
Palabras que traspasan
como el rayo;
instintos que estallaron con fragor,
cercando un corazón bravo
forjado en laberintos de recios setos,
aún franco al terrenal desamor.
Palabras pútridas de venganza,
que rasgaron en jirones
un corazón glorificado en pureza,
entre desalmadas pasiones,
ciegas en su saña
ante la más gentil belleza.
No hay palabras;
sólo trazos balbucientes;
tan solo voces silentes;
un necio clamor bajo un sol naciente;
la desolación de un alma excelsa
en el fragor de un mundo ausente.