¡Insepulto sigue aún el amor!
murió y está presente todavía,
porque se escucha en cualquier sinfonía
y retumba hasta en el menor clamor.
Fué placer efímeral e inmediato
limitación en tiempo y en espacio
fué tan rápido y a la vez despacio
que siendo aún insensato, lo acato.
Todas las rémoras imaginarias
detuvieron el singular proceso,
de la anchura de inicio, se angostó
¡Y se quedó allí!... cosas ordinarias
rompieron la pasión, como el receso
que a romántico momento apostó.
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN. MÉXICO, Oct.27/15