Por mí, nunca despertarías.
Me duele ver que has perdido
un montón de amaneceres
y sólo conservas horas insaboras.
Tus ojos han perdido la luna,
tu lengua un centenar de historias,
y tus dedos la sincronía
con la que contabas los minutos.
Por mí, seguirías siempre dormida,
por que así respiras hondo,
le encuentras gusto al aire
y los segundos no pierden su gracia.
Tus párpados ocultan agonías,
tu boca aprisiona lamentos,
y tus manos se aferran
a las sensaciones que no has perdido.
Por mí, nunca dejarías de soñar,
por que es en ese preciso momento,
en el que te abandonas a ti misma,
que disfrutas de la vida.