Cauribe1

Balada negra

Elixir amargo que emana de la obscuridad

y se pierde en el misterio infinito.

Dilema sacrosanto que aterroriza al cuerpo

y excita al espíritu.

 

Avanzada imperiosa del miedo

sobre las frágiles almas;

esas efímeras semillas que apenas sí

flotan entre el fugaz pensamiento.

 

Ella no tiene edad, color ni forma;

es intangible pero absoluta.

Omnipresente y diáfana en la penumbra

¡Reina de la nada!

 

Inoportuna y atrevida se muestra en escena,

soberbia e implacable,

aplastando la falsa ilusión de justicia

que siempre tambalea en la “cuerda floja”

 

Arrasando la voluntad y la esperanza,

desgarrando al corazón.

Sembrando desazón y vacío

en el fértil campo de la impotencia.

 

Yo pude vencerla el día que traspasé el umbral,

superando la etérea barrera de lo desconocido;

cuando en sus brazos “no era” y  ahora ”soy”.

Tal vez esté ansiosa por tenerme de nuevo…

 

Tal vez, ella sea el camino perfecto.

La nave que dará destino a mis sueños,

la cima de mi escalada,

!lo que merezco!

 

Quizá, en su inmenso poder, ella me dé la felicidad;

me acerque a Dios, al todo, al resto del universo.

Su fuerza es semejante a la creación, alquimia constante,

¡Fin y comienzo!

 

Y yo la siento cerca de mí, la anhelo, la deseo;

no le temo y la espero tranquilo,

sé que es parte de mi vida.

“Ven a mí cuando quieras, hermosa muerte”