La vida es un sueño,
un sueño es la vida,
cuando de su pronto capullo,
su color esparce pureza,
tanto el rey como el mendigo,
dueños son de mirar su belleza.
En este sueño vital,
sueña el rey que es rey,
y sueña que sueña,
la vida tiene un solo perecer.
Y en algún aplauso,
que prestado recibimos,
el tiempo escribe una historia,
de penas y alegrías,
pues tan vana es la gloria,
como el afán de la vida....
Pues en cenizas
se convierte el presente,
cuando toca el último clarinete,
y se apronta en un carruaje pesado y negro,
el cochero enlutado de la mismísima muerte...
Luis Augusto 2015