Justo juez que has de venir
En su gloria y majestad a
Salvar a los que te aman con
Un corazón firme y leal.
Con todo lo que sufriste
Regalaste a manos llenas a tu
Iglesia libertad
Sanidad amor y paz.
Tu misericordia eterna
Otro nunca la tendrá
Sabiduría y fortaleza das
Al que tu voz quiera escuchar.
No dejaras en vergüenza a
Todos los que te esperan
Oigan lo digo en verdad.