Se ve ahora,
deslizándose sobre el tejado de las montañas,
acariciando suavemente el rocío de los montes selváticos.
Bailotea en carnavales lucientes
el paisaje que retoña en los cultivos del sol mientras desfilan las sombras entre los árboles.
Se ve ahora, el telón que emerge
como fuente semillera, el alba.
Veo cómo los párpados del mundo se despliegan
¡se hace el cielo! y se hace fijo entre mis ojos.