La soledad de las orejas
Como la soledad de las orejas,
que arden juntas sin nunca conocerse,
como la de aquellos dos que, tras beberse,
se dicen yo me voy y tú me dejas.
Como esa soledad de las parejas
que suelen, tras besar, no conocerse,
que dejan de soñar por comprenderse
y un día no dan más de tantas quejas.
Como esa soledad, con o sin rejas,
que elijes, que disfrutas, que al romperse
te deja un lagrimón mientras te alejas.
Como esas vivo yo, que así, del verse
sentadas junto a mí, se han hecho viejas
y escapan por mi voz ya sin moverse.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
28 10 15