Cirratus

Silencio y música.

Ahora

que el silencio es su música

y que escucha la soledad,

pasa lento el tiempo de la espera

recordando aquella melodía.

 

Humedece así la mirada

una lágrima que aflora indiscreta,

nublando el sol de un mundo

del que fuera protagonista.

 

Surge sin prisa un suspiro

que golpea la memoria,

y se pierden errantes las palabras

que no escritas mueren sin nacer,

pues no hay ya destinatario.

 

Rueda la lágrima vertida

al encuentro del suspiro;

silencio y música,

así fue su primer baile.