Si no has estado difunto,
por qué escribes poesía?
Si el pétalo se rompió cual regato pausado,
y después llegó el estado de sitio,
por qué escribo yo lo que escribo?
Leche, pan y 2 hijos…
Después de todo: “LA VIDA”.
Mi compañera de itinerario me clava sus ojos
en mi aspecto de cadáver-humano, y las formas
cilíndricas me ceden el fatal argumento
de haber muerto en vida.
Llegaremos a eso de las 20.00 h. a Berlín;
nos peinaremos como
los patrióticos extranjeros;
degustaremos una copa de helado
y nadie,
absolutamente nadie sabrá
que yo estuve muerto.