Ninguna flor puede ser rosa
Si carece de espinas; tendrá
Perfume y será sin gracia.
Benditas las espinas que adornan
Los colores y perfumes a la rosa.
Bendito el amor con espinas,
Con el adorno, guardando
Tristezas, nostalgias, esperanzas.
Así será más preciados
Los pétalos color de sangre,
Entre lágrimas y romance.
Tendrá valor para luchar
Y sortear retos que hieran
La soledad del alma.
Bendita la flor con espinas,
Los pétalos adornados
Con penetrantes garfios
Para recordar que el amor
No viene sin dolor;
Solo, con profunda pasión.
Amor es soñar sin dormir.
Es esperar sin horizonte.
Es dormir sin cerrar los ojos.
Es parar el corazón dolido.
Es, esperando a los ojos claros,
A los labios ardientes,
Que queman sin fuego.
Es la espina antes de los pétalos.
Es el suspirar sin aire
Y oler el perfume ajeno
De algún bienaventurado,
Antes de la presencia nuestra.