Del otoño aprendí
que aunque las hojas caigan
el árbol sigue en pie.
Y aprendí de la Luna
que aunque siempre esta sola
nunca deja de brillar.
Sin embargo jamás aprendí
la gran diferencia
entre la escuela y la vida.
En la escuela
primero aprendes la lección
y luego te ponen la prueba.
Pero en la vida
te mandan la prueba
y luego aprendes la lección.