Adrian VeMo

Fragor en llamas

 

 

Cuando el sol

anquilosa sus invisibles dedos dorados

el fragor en llamas se encarga de incendiar la ciudad

 

se propaga

por el esqueleto de la urbe

a dejar olor de prisa

en los ceñidos bares

en los desbordados restaurantes

en los buses donde no hay espacio para la oquedad

las calles que embravecen sus lenguas

 

se despabila

a descoser los trinos de los parques

a ensuciar la calma de los zapatos.

 

Llega el crepúsculo

y reduce a pavesas

al desmesurado fragor en llamas

 

los trinos se vuelen a coser

mientras los zapatos duermen

                                   y sueñan que les nacen alas.