John morales

Aurora de penas

 

A veces iracunda, ¡cómo clama!

a veces al blancor dïario llora

y se hecha boca abajo entre su rama

mortal, desgarra el cielo con la aurora.

 

Y cincha el día con valor ajeno

entre los potros negros de mentira

que a la batalla llegan con su seno

oscuro y, en su tácito de ira

 

el ébano veloz del corazón

late profundamente y se asoma

como dos duelos en su cerrazón

y, abre sus alas como vil paloma.

 

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David John Morales Arriola