La única totalidad que queda
es el lenguaje
sin retórica alguna
solo surcando los pensamientos
del alma de esta ciudad
con la que he compartido
mis sueños y frustradas
promesas
sin ningún desarraigo
en mi conciencia.
La única totalidad
cuando el presente
se ha vuelto más prosaico
y limitado
es evocar con emoción
lo que he sentido siempre:
No ser un ovetense equivocado
Carlos