MI QUERIDA SOLEDAD
Mi querida soledad,
cuantas veces en tus brazos
encuentro esos abrazos
que me hacen ver mi verdad.
En tu amorosa bondad
busco mi norte y mi guía,
pues, eres tú la armonía
que nutre mis pensamientos,
cuando en mis malos momentos
quiero sembrar alegría.
Cuando me duele la vida
con la soledad me encuentro,
de mi sentir busco el centro
para no emprender la huida.
Busco la llama encendida
que alumbra dentro de mí.
Hace tiempo lo aprendí:
Soy problema y solución,
por eso en mi corazón
busco lo que antes perdí.