Quiero escribir sencillo, que se entienda,
con palabras en grandes caracteres,
y hablar de dios, del hombre, las mujeres,
del soldado que inicia una contienda,
de las penas de amor y los quereres.
Escribir para el hombre de la calle,
aquel que anda paseando sus miserias,
que aún sube a caballitos en las ferias,
no sabe distinguir algún detalle
que entre bromas existe y cosas serias.
Incluso para aquel que no aprendió a leer,
que la “o” no sabe hacer con un canuto,
el que nunca aspiró a ser dios, un puto
sometido a los azares del placer
sin tener que pagar ningún tributo.
El que absorbe la vida sin saberlo,
que pasa sin pensar, inadvertido,
sintiendo no ha llegado y ya se ha ido,
un sujeto pasmado, de estraperlo,
solitario, hirsuto, introvertido.
Quiero escribir, en fin, a los sin ojos,
ciegos, que creen ver el cielo impío,
que su alma ha sucumbido en el hastío,
lamentan ser del mundo los despojos
y sienten ser vacío en el vacío.
©donaciano bueno