Una flor para los que
ya no están sobre la tierra.
Seguro en el cielo han de estar.
En este día de los muertos.
Llegar, contemplar sus imágenes,
orar, recordar tiempos pasados.
Tal vez, derramar una lágrima.
Sentir que el corazón goza,
recordando el ayer...
Un pasado de alegrías,
superando a las tristezas,
porque estábamos juntos...
y ya no.
Una flor, aunque sea mínima
la entrega, pero ustedes
han de tomarlas
como si fuese
un inmenso ramillete.
No sólo en este día
los recuerdo.
Siempre están en mi corazón.
Un día especial.
Una fecha conmemorativa.
Si pudiesen volver
a estar en este mundo...
Pero tienen la dicha
de estar dialogando,
allá en las alturas,
con el Rey de los cielos.
Por momentos desearía acompañarlos.
Pero son solamente momentos...
Permanecer aún con vida,
es por la gracia del Señor.
No reniego la vida.
Soy feliz de tenerla aún.
Pero pretendo la Paz y la Unidad.
CUESTA, pero debemos
tratar de lograrla.
Con sentimientos del alma...
De ti hacia mí.
De mí hacia ti.
De ser a ser.
No falsear.
Entregar nuestros sentimientos
con total convicción y seguridad.
En una palabra, realmente,
AMARNOS LOS UNOS A LOS OTROS.
Hugo Emilio Ocanto (01-11-2015)
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