Cuentan las historias de las montañas ,
que nuestros poemas , han viajado ,
desde hace milenios por sus bosques .
Y que cada rocío ,
que se desliza por su follaje ,
corresponde a los besos ,
que nos entregábamos ,
cuando flotábamos sobre
las copas de los árboles ,
que se alimentaban ,
con nuestro amor .
Y este amor , aún sigue vigente ,
en las hojas , hijas de los árboles ,
que se encantan ,
con nuestro impreso sentir .