Andrés

LOS OJOS DE MI AMADA

Tiemblo cada vez que sus ojos

me miran de entre la luz tenue 

que emiten las velas.

Mi cuerpo se enfría cuando su aliento

apaga esas rojizas flamas

y llega a mis labios,

baja por mi cuello

y entra a mis pulmones.

Tiemblo cuando me toca,

cuando me habla,

pero más aún cuando me ve.

Ya no sé cuánto,

o ¡qué tanto tiempo ha pasado

desde que su corazón se detuvo!

¡Ya no sé cuánto

tiempo ha pasado

desde que en el cementerio enterré 

el cuerpo y los ojos de mi amada!

 

 

ANDRÉS SARELLANO MTZ

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