Nunca
veo
mis ojos,
mas sé su forma
y conozco su naturaleza
por la mirada que siento llevar.
No conozco tu alma ni tu mente,
mas sé su forma y su naturaleza
por la mirada que siento llevas...
Soy esta mirada y eres esa mirada
que tiene cuerpo y se lleva el olvido
y que nunca termina de caer al abismo
pues hay manchas en el camino que son
aquello tan amado que nunca dejamos escapar
porque el olvido está en ellas, y es lo que hace
que seamos el mismo ser perdido con una mirada
que nos lleva
a un profundo
y tranquilo cielo
que nunca termina
de tomarnos...
Y sé la forma
de ese cielo
y ese abismo
porque está
en tu cuerpo,
que ahora es
también el mío
porque la mirada
de la que conozco
su más profundo sentir
se ha unido a la mía porque
más sé de tu forma y naturaleza
que de la mía, porque la tuya brilla
más que cualquier amor o astro secreto
y la mía es abismo de mí mismo, hallado al fin
y refugiado por tu forma y esencia que es todo cuanto
yo jamás podría ser en tiempo alguno, como nunca brilla el sol
que se esconde en mi cuerpo, porque lo que yo era ha muerto para
nacer y perderse en lo más profundo y secreto de tu cuerpo, mirada... que sé...