Yo amo a la vida
con el mismo vigor que odio a la muerte,
a un nuevo amor le doy la bienvenida
y le reprocho a dios mi mala suerte.
Yo amo a la vida
con la ilusión de un niño a una pelota
que lanza y vuelve al punto de partida
y recoge de nuevo cuando bota.
Yo amo a la vida
cual siento que mi nieta a mi me besa
cuando, triste, se anuncia despedida,
con ansiedad confiando que regresa.
Y yo la amo sin miedo, sin fisuras,
pues convencido estoy de su talento,
y bebo despacito, sin premuras,
al paladar mostrando que la siento.
Y la persigo viendo que se escapa
lo mismo que me ocurre con el viento,
el auto que de pronto va y derrapa,
el alma que no veo y la presiento.
Y yo la digo guapa, guapa, guapa,
soñando me responda algún momento
y la veo vestida de chulapa
hasta el fin de este cuento que hoy me invento.
©donaciano bueno