Llévame en tus brazos hasta los pétalos,
que dejaste esparcidos en la cama,
para que nuestros cuerpos se confundan,
con ese aroma de rosas perfumadas.
arráncame un suspiro con tus besos,
mientras mis manos desabrochan tu camisa,
y deja que mis manos como hiedras
se adhieran a tu espalda enardecida.
Camina con tus dedos mi cintura
dejándolos descansar en mis caderas,
y deja que mis pechos sean palomas
buscando alimentarse de caricias.
disfruta estos momentos de locura
y acepta que me deseas como a nadie,
pues esta noche yo he de confesarte
¡que despiertas en mí lo más salvaje!
No dejaré que la luna te distraiga
cuando su luz acaricie mis cabellos,
ni que las estrellas ya celosas
quieran robarse alguno de tus besos.
Tómame como se toma el primer trago,
de ese vino que siempre has codiciado,
pues tu para mi eres el agua,
que en medio del desierto yo he encontrado.
amor y pasión están reunidos
haciendo de esta estrega algo sublime
pues yo te obsequio mi alma en cada beso
y tú me has entregado ¡el corazón entero!
lluvia