“Un perdón merecido.”
Es tan prepotente el hombre
que en su irreverente actitud
al ser víctima de la injusticia
se olvida de su humildad,
se olvida por un instante
que es príncipe heredero
de todo en la Creación
de un Dios Universal,
se olvida que posee
el don del libre albedrío
y que lo vicios del planeta
no se los puede achacar,
se olvida de su unigénito
como redentor en la cruz
y de un Dios bondadoso
que sí sabe perdonar,
se olvida que su mandato
por encima de toda maldad
o incluso del vil egoísmo
en lugar de rogar, pidió amar.
1171 02/11/2015