Dedicado a la mala escritura.
Entre líneas, a mitad de ellas y un punto suspensivo
interviene singularmente una palabra secreta.
Hay una maga negra como noche cualquiera
que hechizo con canto urbano la indecencia siniestra.
En serpenteantes palabras claudicaban consuelo.
Se imaginaron ausentes cortadas por extremo
de izquierda a derecha en tus manos y un remo
de fuego quemaron la coartada del verbo.
Entre líneas y un calificativo interminable
sin función que designe ni apetito que asome
un instinto arrollador por una historia importante
sin un fin que acabe.
Entre líneas se combinan las paredes.
Se destrozan las puertas astilladas.
Tiemblan los deseos en la tarima corrupta
donde las voces se hacen el amor unas a las otras.