Yo no soy viento, que todo lo arrastra
tampoco lluvia que todo lo empapa
quizá sea fuego, del que quema por dentro
tal vez, fina arena banca,
que cuando la atrapas se te escapa
o intenso perfume que jamás se olvida
impregnándolo todo como suave caricia…
o a lo mejor no sea nada
como lágrima que se seca
tras una triste mirada.