Cándida muerte no te me acerques
aún la vida me parece miel
en agrios hojaldres
los que mi madre nunca horneó
no todavía pues aún
no tengo el reposo del sabio
ni la beatitud del que no tiene
nada de qué arrepentirse.
He vivido demasiado entre cosas simples
opacas y llenas de sombras
pero iluminan mis visiones y horizontes.
Espera un poco, puedes volver luego
serás bienvenida, hermana,
te esperaré como suelen esperarse
las sorpresas más grandes
solo una cosa te pido
ven cuando esté completamente vivo.