Yo soy la gota.
Y a lo lejos,
un obelisco sobre mi cabeza.
Se escuchan los pasos,
llegar hasta mi asilo.
Y el vuelo de las manos
formando cruces.
Mi boca es un campanario
oxidado.
Palomas blancas
picotean manos.
Yo soy la fuente seca.
Mi sombra acaricia
el reflejo del espejo.
Yo permanezco sentada
al fondo de la habitación.
Nadie me conoce...
Yo soy la gota
que se desploma
sobre el río,
en donde ha muerto
un obelisco
después de tocar el campanario.
Las palomas duermen
encima de mi sombra,
Dentro del pequeño asilo.