Todo pasa y todo queda pero lo nuestro es pasar... Con estos versos de Machado hago aquí un receso a mi estancia en estas páginas. Durante este tiempo he acudido puntualmente día a día. Son 1010 los, supuestamente poemas, que he publicado. He podido establecer relaciones y aprender de otros muchos, no sé si los podría denominar poetas, puesto que a mi esa palabra me ofrece mucho respeto. Y he podido también comprobar como poco a poco, uno a uno, casí todos iban abandonando. A los que me han seguido fielmente, sepan que les estoy enormemente agradecido. Y nada mejor para terminar que publicando mi epitafio
“Se fue sin siquiera saber para qué vino”
Donaciano Bueno
Hombre espigado, de estatura media alta,
reflexivo, muy introvertido y algo asceta,
que arribó hasta la senectud siendo poeta
¡de burda calidad lo que a la vista salta!
Un tanto ingenuo, que no tonto de remate,
inocente, algo estrafalario e iconoclasta,
seguro de sus convicciones, era un plasta
al que la muerte vino a darle jaque mate.
De los mitos huyó, obviando quien consagre,
de cosas banales pasó, no le interesa.
Nunca él se creyó, amante de la buena mesa,
de la salsera ni el aceite ni el vinagre.
©donaciano bueno.
Si alguno quisiera seguir sabiendo algo de mí puede hacerlo en mi blog personal
http://www.donacianobueno.com/