Con el agradecimiento por el origen
inicia el día el jornalero.
Apreciando en lontananza
toda Tu obra maravillosa.
Seis días,
y el séptimo para admirarla.
Mis ojos son privilegiados
y mis sentidos se obnubilan
sin respuesta ante tanta magnificencia.
Con tan solo dos palabras;
¡Gracias Señor!
que encierran miles que no se inventan.
¡Gracias Señor!
por llevarnos de la mano.