La noche me llama con su soledad
me habla de tu inocencia, de tu alma,
de tus caricias a mis alas ensangrentadas
de el rubor de tus mejillas sonrosadas,
del soñar invadido de interminables silencios
y me duele el frió infligido
de mi ultima noche en tu mirada,
siglos he sentido las verdades
de un pasado, asesino de vidas,
del invisible sentimiento
de una temida compasión
que acunaba mi raza maldita,
pero solo unos pocos han sucumbido
a la tenue inocencia
de un amor prohibido.