Un frio atenaza mi cuerpo
por miedo a perder la esperanza
a que reine la indiferencia
y todo pierda importancia…
A que el vacio pese
más que mis sentimientos,
que el aburrimiento venza
a la acción y al desempeño.
Que la rutina se instale
en los días de mi vida
volviendo todo monotonía
y aparezca la desidia…
Que mis sueños desaparezcan
lo mismo que mis ideales,
se anulen mis pensamientos
raciocinio y mis prioridades.
Que mi interés quede abolido
y me olvide de lo aprendido
relegando el aprendizaje
al más mísero olvido….
Que mi rictus se vuelva serio
y no deje ver mi sonrisa
que deje de tararear canciones
y me olvide de ser yo misma.
Que me deje de hacer preguntas,
que me conforme con lo que se diga,
que no cuestione nada,
y comulgue con lo que me impongan….
Que me instale en la pereza
en lo simple e irrisorio,
que me apoltrone en lo cómodo
diciendo adiós al esfuerzo…
Pena me daría
si se cumpliese algo de lo expuesto
pues en tal caso ya no me reconocería
dejaría de ser yo misma….