Con ganas apetecibles en un alma que te ama
sobre la grama pidiendo a gritos que necesito
el elixir de tu vivir, ven lento con ganas de existir.
Descarna lo que siento tan dentro
donde te podrás sumergir
y llenarme de tu aliento varonil.
Siento tu fuerza sobre mi cuerpo que se desata
y luchamos delicadamente pensando
en un presente que ya se percata,
¡ay hombre que tu fuego, me excita, no me mata!
Me hace crecer entre tus piernas
que parecen enredaderas galopando mis caderas,
llevándome a la cima y ahí sediento de amor te sonríes
y dejas que todo mi cuerpo ante tu seducción gima.
Nos abrazamos tantas veces
como el deseo lo apetece
y parados sobre la delicia
nos amamos sin primicias,
que nos llevan a la locura.
Me lames toda y tu hembra
se llena de una ternura que quiere
depositar en tu glande
que entre mis piernas se expande
y crecemos los dos…
ante la satisfacción de gozarnos,
es que es tiempo para amarnos.
Vamos a la cama y beso tus pies, tu besas los míos
y cada vez son más fuertes los escalofríos,
pero seguimos retozando
en un preludio que parece que está empezando.
Te sientas en mi vientre y entras en mi todo fogoso
y siento tu piel caliente que casi arde.
Cambiamos de posición yo arriba de ti y es más hermoso
este tiempo de existir.
Se abren las puertas de la emoción,
tú quieres entrar y yo no quiero salir,
nos quedamos en esa espera,
sintiendo que el clímax, está que casi llega.
Respiramos profundamente
para que no desborde la fuente...
y en un trotar apresurado,
aprietas mis nalgas
porque no quiere que de ti me salga
y es tanto el calor con mezcla de sudor
que todo el mundo a nuestros pies resbala,
siento que en mi vientre disparas tu bala
y quedo apresurada para darte mi vida.
Soy tu hembra, tu amada, tu consentida,
ya puede rendirse el soldado en su batalla,
que excitados los dos solo sabemos mirar al cielo
que nos ampara nuestros terminados anhelos.
Hoy fuimos el uno del otro
aprendiendo a derribar la pasión
entre murallas de fuego.
Podemos empezar luego
antes que te vayas.