Olvidarte, como olvidarte, si aún recuerdo la primera vez que te vi
Con esos grandes y bellos ojos, llenos de ternura y juventud
Vi a través de ti, vi la mitad que perdí
Hablamos y hablamos ya no recuerdo que
Solo recuerdo tus carnosos labios como pétalos carnesi
Me olvide de mí, en ese momento solo sentí lividez
Y una sensación de ahogo, me faltaba el aire
Todo a tu alrededor parecía reverenciarte
Y tú con tu amplia sonrisa parecías tan natural
Me coqueteaste creo, o eso espero
Pero fue la sutileza más tierna con la que me encontré
Como puedo decir que a partir de ese día me perdí si me perdí
Porque empezó esa guerra en mi tan fuerte tan desgarradora
Que por un lado me pedía alejarme a sabiendas que me dañarías
Que sufriría mi viejo corazón, que de nuevo tendría quince para ti
Y eso me dejaría como un niño que solo quiere estar con su madre
Luche, mil batallas internas, luche contra mí, y perdí
No me importo pasar mil años de infierno por un solo día en tus brazos
Nada importo, ni importa
Hoy después de sentir el frio trato de tus palabras y el hielo de no quiero verte mas
Pago el precio con gusto aunque todos los días lata menos mi corazón
Este tu corazón que palpita diciendo tu nombre y retumba en mi cabeza
Olvidarte, no puedo porque te quedaste aquí a mi lado, pegada, adherida a mi alma
Olvidarte para que, si has sido lo mejor que le ha pasado a mis días
Pusiste fuego donde ya solo había frio he invierno
Olvidarte no, no quiero y aún recuerdo esos ojos tan profundos
Y recuerdo esa boca diciéndome “cielo, locamente Cielo “