Inmaduras Janis jopleometianas que se dicen llamar brujas cósmicas, por decreto de sus perturbadas mentes, que adoran a los extranjeros, y el paraíso del anglosajón del que vive en Britania, comiendo británicas galletas a la hora del té, o el que dice:
“yes sir, yes sir i dont want to kill anybody but i just can resign”,
y sin olvidar los gustos por asiáticos huesosmuertos vestidas cantando melodías procesadas por letras sabritas dorilocas y adorando a artistas preferidos por una caja hueca de salud y turbada disque realidad.
¿Dónde están los indios, y mestizos que se adoraban con un corazón errante?
Payasos reyes lagartijas, bailan en terremotos buscando un desnudo vacío, y lo llenan dentro de gorras huecas y prendas de la compra, “te compre eres mía y sólo mía, me perteneces” aunque fuere con risas, aunque fuere con ponzoñas.
El pato, pato, pato desmembrado y la niurka y la Soraya montes negros fluviales telenovelescos, malo, malo, el bueno gana, el bueno tiene una potencia económica suficiente para alimentar a todos los negros del mundo tres veces, y es más bueno y nutritivo que el plan blanco, el mismo que es vendido en soriana por manteles blancos que por míseros sueldos te atienden a tu predilección.
Te escupo en la cara personaje de la música que implanta estereotipos que juzga al inhumano por lo que escuchan.
Te escupo en la cara programas de televisión que implantan proto-tereotipos de lo elegante, y lo socialmente aceptable.
Te escupo en la cara noticias televisivas porque yo me quiero perderme de la violencia que imparten en mi casa a la hora de devorar los que se convertirán en eses
Te escupo en la cara lolita Ayala por ponerme pútridomedicinal imagen a la hora de la comida
Te escupo en la cara compañías de juegos de vídeos, animes y demás compañías infernales porque un hombre no debe querer alimentar una realidad alterna que no le favorece.
Te escupo en la cara
Te escupo en la cara, oh grandes señores de la literatura
¡Porque un hombre tiene que vivir lejos de los ídolos que implanta el pensamiento!
Y un hombre no tiene que juzgar al otro por lo que lee, o deja de leer.
Muéranse malditos. Aparte (retorciéndose)
Te escupo en la cara pútrido hombre que te obsesionas con las dietas, las calorías y las formas, y desprecias cualquier alimento relacionado con el pensamiento y el alma.
Te escupo en la cara hombre que siente tener el control con todo lo vivido y lo por haber y que se emborracha sabiendo que su vida no tiene sentido y no lo tiene sucio borracho.
Te escupo en la cara mujer de muchas caras que sólo puedes ver la apariencia como medio de aceptación, juego, juego y agonía, y al hombre como un elevador, el medio de dinero, transporte errante, dinero sin esfuerzo, comidas gratis, espero y te quedes gorda pues eres horripilante a todos los sentidos.
Te escupo en la cara feminazi que te obsesionas ante cualquier palabra relacionada con la igualdad, el aborto legal, y la violencia a la mujer, que cree que el empoderamiento esta en pisar a tu hermano el hombre, y tu liberación esta en coger con lesbianas, y miles de hombres, y un dildo antipatriarcal.
Te escupo hombre y mujer que te disfrazas con las prendas de la aceptación, ves marcas en lugar de nombres, cuerpo, color de piel, lugar dentro de una jerarquía hueca, en lugar de cualquier corazón aunque fuese grande, aunque fuese pequeño.