Tengo un verso caminante
que va siempre contravía,
un verso libre, un verso etéreo,
un verso desocupado de flagelos.
Tengo un verso asesino
de cigarros y penas malditas,
verso bebedor de whisky,
adicto a las caricias.
Verso inútil y necesario
creador de nuevos pecados,
libido puro, tertuliano,
cazador de mitos y lozano.
Verso conquistador de versos
aniquilador de huesos
y de hipocresía
verso puro, sin letanía.
Verso mio, osea de nadie,
verso criado en las calles,
verso perdido y encontrado,
inexistente e inmutable.