Me cansé de ponerle cara buena a la vida;
de tragarme insultos
que muchos merecían;
de sonreír a hipócritas
que besaban mi mejilla
en un saludo amistoso
que estaban lejos
de sentir,
de abrazar a personas
que no me transmitían nada
de escuchar te quieros fingidos y de alabanzas
a mis logros que aunque no fueron muchos
sonaban a envidias
me cansé de la vida,
de todo lo falso
que me rodea
lo corrupto que a veces se puede ser,
a conveniencia de uno mismo,
por temor al que dirán
y a la falsa moral
con que muchos se manejan
y que aún se atreven a señalarte;
hay veces que quiero gritar, llorar de coraje
ante injusticias de la vida.
Hubo instantes es que sentí
que acababa mi vida y me sentí enajenada
cansada de tanta maldad, deslealtad de gente
que juraba amarme
con la intención de que les creyera
Y fueron solo.. ¡Mentiras!
de amores traicioneros, engañosos y falsos.
Dejé libre mis pensamientos
y dí libertad
también a mis sentimientos
atrapada en remolinos de decepciones
pude salir airosa
sin temor que nada me afectase
sufrí caidas que desgarraron mis rodillas
y nadie estubo allí para decirme:
adelante, ¡tu puedes!
lo hice sola y aunque no muy convincente,
de que el camino era hacia adelante.
Limpié mis lágrimas que salían siempre
de mis ojos cansados de llorar
a escondidas, para que nadie viera lo frágil que podía ser
y con ello me torturé
tragándome el orgullo
y lágrimas de dolor.
Cuando estuve en decadencia
y no tuve con que aplacar el hambre
me dormía pensando en que hay niños que a diario
mueren por eso y sollozaba
en silencio,
lamentaba mi desgracia
pensando que tu tenías una mesa llena y un corazón vacío.
No maldije nunca, solo dí gracias a Dios
y pedí valor porque aunque fuí como ese pájaro
que habitaba en el pantano
mis alas aún pudiéndose entre tanta escoria
e inmundicia pude sacudirlas
y el vuelo levanté.
Dolieron tantos golpes, y bofetadas con que la vida
se ensañó conmigo
cometí errores innumerables veces
que pudieron costarme la vida;
y después me arrepentí
y aprendí de los fracasos.
Expuse mi corazón y lo apuñalaron sin misericordia
desgarrado y desangrado trozo a trozo
los recogí y seguí viviendo
y aunque las heridas me hicieron ser
la mujer fría que hoy soy
yo aún creo en el amor,
¡en la gente!
que no juzgo a quien no conozco
y que vivo lo que siento.
Que hay un mañana; lo sé,
y lo vivo,
como si fuese el último porque quizá estas sean
mis ultimas palabras que leas,
y no quiero morir en el intento
de decir pude haberlo hecho
y ... ¡no lo hice!
Por miedo o vergüenza, no lo haré
explotaré mi derecho a expresarme
y mi pluma escribirá lo que mi boca calla.
Y aunque aulle de dolor, sacaré mis garras,
lameré mis heridas
como un loba y defenderé mi territorio,
¡jamás me verán arrastrando!
Porque el dolor me hace fuerte y no aminora mi marcha,..
¿que avanzo?..
¡Claro que lo hago!
y a pasos agigantados, veo cada vez mas atrás
mi futuro incierto,
y veo resplandecer mi cielo, antes nublado
que muchas veces en medio de tanta oscuridad ocultaba
mi rostro de amargura y desasosiego,
Pero aquí estoy mirándote de frente,
como siempre
porque yo... no,
¡no me acobardo!