Tu imagen me trae recuerdos de seda y grana…
La trémula luz de otoño, que resplandece en mi mirada,
sigue tus huellas, más allá del tiempo en una tierra arcana;
allí te encontré, mi amor, lucero que avivas mi añoranza,
entretejida de soledades, lluvia y cantos,
por ver tu hermosura, jazmín de terciopelo nácar.
Siempre iré en pos de ti, en busca de tu dulce recuerdo,
más querido por mi corazón, que maravillas haya en el cielo,
pues musa eres de una pasión que me devora,
la que gime, al susurrar estos humildes versos,
que siguen la senda de flores amarradas en tu pecho;
lugar donde mora la luz cegadora de un paraíso eterno,
aquél que arroba mi ser, mi sentir, mis pensamientos,
cada vez que miro al cielo, implorando una oración
para que tu magia regrese a mí con el rocío mañanero.