En la vida de los hombres
vemos penas y alegrías
muy intensas.
¡Ay! hermano no te asombres
de las vivencias sombrías
muy inmensas.
Hay pan servido en la mesa
para ayunar mis injustos
intestinos.
Y disertada la presa
va a la caza de robustos
asesinos.
Hay verdad y la mentira
con hambrunas y sepulcros
blanqueados.
El ojo de Dios que gira
entre los rebaños pulcros
tan amados.
Somos causas en la vida
de lánguidos amarillos
por el alba.
Que camina distinguida
entre mutantes zarcillos
y quién salva?
En las vidas hay linajes
entre todos sus absurdos
complacientes.
Pero no bastan blindajes
de los derechos y zurdos
cuando mientes.
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John Morales Arriola.