Ryu.

Cuento sin tiempo

Entro por la puerta precipitadamente, como quien busca encontrar infraganti alguien

No había nadie , paso apresuradamente hasta su cuarto, se escabullo sin hacer ruido

Abrió con suavidad la liviana puerta . esperando encontrarla, pero no estaba,

Donde te has metido, donde te escondes, casi furico e iracundo siguió su búsqueda en el cuarto,

Se aseguró que la cama estuviera vacía, vio debajo de ella y nada, el closet dijo si el closet,

Pero tampoco  estaba, aunque vacío decir vacío no estaba porque el tumulto de prendas

 Casi se le viene encima, logro como malabarista detener la avalancha que se precipitaba encima

Cerró como pudo y la sensación de ahogo paso poco a poco, jadeante puso su espalda en la pared a modo de apoyo

Y continuo con el cuestionamiento propio, donde está, donde esta

Como un sabueso encuentra a su presa ladeo la nariz era su olor era su olor

Esa forma que tenía su cuerpo de vaporizar el ambiente con su esencia , era indiscutible

Se aproximó más y más, pero solo encontró de nuevo ese olor

De nuevo se sentó sobre la cama y se dio cuenta que divagaba que no había un rastro que delatara

Su presencia o su existencia, pero ese olor ese olor, estará solo en mi mente, o de verdad existes

Bajo hasta la sala para calmarse, tomo un vaso corto y puso dos cubos de hielo y un largo chorro

De whisky, para aclarar ideas. Quería estar seguro de lo que estaba buscando así que repaso

Segundo a segundo  su noche anterior,

Y en su mente vinieron las sensaciones, de aquellos labios y aquella lengua que asfixiaba su garganta

Esas formas, esos ojos inmensos oscuros pero a la tenue luz fulgurantes, sus manos recordaron

La forma de sus dos tersos senos y sus dedos seguían involuntariamente la forma sema esférica

Como dos cúpulas renacentistas, majestuosas erguidas, dinámica, desafiantes,

Su mente discurrió el velo del recuerdo, y trajo rayos y destellos de como su piel se sentía, cálida y fresca,

Si ya sé que es una contradicción, pero es lo más cercano a lo que recuerda, seguía sintiendo

Un dulce sabor, un sabor que se le había pegado en los labios y no quería dejar de sentir

Por eso continuamente se pasaba la lengua relamiendo el labio, y con sus dedos se tocaba

Asegurándose que el sabor seguía ahí,

Nada, nada quedaba de la evidencia que estuvo ahí la noche anterior

Seguía con su trago, letárgico, y muy lentamente se dibujó en su cara una sonrisa, y subió a su

Recamara de nuevo, se preparó a dormir, y sus recuerdos le inundaron nuevamente, no podía

Olvidar el patrón de su cintura era como la perfecta calza entre el tamaño de su mano y el encaje

De su costado, y esas piernas que lo abrasaban como flamas azules que le quemaban.

 Pero no quería soltarse.

 Lentamente cayó  en un profundo sueño y de nuevo sintió ese aroma invadiendo su cama

Se puso de pie y froto sus ojos para aclarar su vista, un suave rayo iluminaba el cuarto

Con la luz que las farolas que producían desde la calle pero fue suficiente para ver de pie frente a su cama

Esa silueta inconfundible, era ella, era ella, era Raquel silenciosa como la noche anterior, lúgubre y tétrica

Pero gloriosa, por que bastaba un toque para quitar todo sus miedos

No pregunto nada, solo dejo que lo desnudara, y de nuevo  a ese mundo de no saber si quieres estar vivo o si eso es la muerte,

Que importa… si esto es la muerte llévame pronto, porque vivir sin este sentimiento no sé si es

Vivir, y solo se limitó a pensar para sí Bienvenida de nuevo mi demonio personal …