Poeta del Silencio

HOY ME PERDÍ EN EL AYER

Hoy me perdí en el ayer...

bajo el naciente vestigio

de un recuerdo lento que pasó fugaz,

de un  principio en poesía matinal,

de un final en estrofas veraniegas,

hoy volví a creer que no existe el olvido.

 

La aroma envejecida de laureles,

la infinita tristeza que no dejó huellas

y el gastado horizonte cubierto por la noche,

no abrazaron mis piernas hechas raices

sobre la arena, la tierra morena

que yacía fértil en la pasión, el deseo,

el amor intenso de fogatas ardientes

y el beso que nunca arranqué de mi boca.

 

Amé sobre las colinas,

sobre el silente vacío que se cruza en las montañas,

amé bajo la medianoche del otoño,

donde longévas hojas aventadas sin destino

por el viento herido por el frío,

hacían del instante una escena de poetas,

gélidos suspiros de unos versos que enamoraron.

 

Ví las aves merodear nuestros antojos,

Ví la sombra de la luna vestirse de rojo,

el apuesto rocío bailar sobre las hojas

y la silueta de sirena que bajaba de las lumbres,

lumbreras nocturnas adheridas a la oscuridad.

 

Si hubiera sido espejismo las mieles del ayer

no gritara el recuerdo en mi memoria,

no dejara que la mente navegara

como peces, como barcos,como navíos,

como olas destinadas a la orilla.

 

Hoy me perdí en el ayer,

en el ayer amé sobre las colinas,

nunca arranqué el beso de mi boca,

volví a vivir de lo que fué,

volví a tener las ansias de amar.