Dioses:
denme Valor,
Para perpetuar mis sueños y fuerza para cumplirlos,
Guiadme siempre por la senda correcta,
Enseñadme a dar cada paso con sabiduría y seguridad.
Que cuando entre en batalla mis piernas no tiemblen y que no pueda jamás retroceder,
Que mis ojos no se intimiden con los del enemigo y hazme invisible ante él,
no permitáis que sus planes tengan éxito,
Y protegedme en todo momento.
Cobijadme con vuestro manto y respaldadme con vuestro ejército guardián,
Haced que mi espada y mi lengua sean siempre justas y precisas al atacar,
No permitáis que mis manos se manchen de sangre inocente,
Hasta el día que requeríais de mi presencia.
Rodeadme siempre de amor y gloria,
Que la mujer que tanto amo guarde siempre su amor por mí en el fondo de su alma,
Y que cada momento a su lado pueda yo hacedle feliz,
Cuidad también de mi familia os lo ruego.
Y, si esto es Locura,
permitidme, dioses,
que sirva a Tus propósitos
Y no envidiaré jamás a nadie
Que se considere cuerdo.
Te pido una vez más que guardes mi mente, mi espíritu y mi cuerpo
de peligros que no vea,
Y guarda también a los que amo.