No te preocupes tanto, amor.
No desesperes.
Ya todo ha de pasar.
Ha sido un leve accidente.
No puedo verte llorar.
Esta felicidad que siento
por tus lágrimas, es porque
con ellas me demuestras
tu dolor por mi accidente.
Tus lágrimas son por amor.
Pero no llores, vida mía.
Ya todo ha de pasar, repito.
Déjame besar tus lágrimas, absorbiéndolas.
Hugo Emilio Ocanto
06/11/2015
Derechos reservados de autor.