Me lancé al mar
en busca de isla segura,
escalé montañas
buscando del sol la luz,
atravesé el desierto
con la ilusión del oasis,
volé muy alto
persiguiendo una estrella,
más de pronto en medio del océano, de montañas,
del desierto y el cielo
me detuviste
y aquí estoy,
solo, a la mitad del camino
sin isla, ni luz, ni oasis, ni estrella,
solo, con mis sueños
sin traje de pirata, conquistador,
explorador o astronauta,
desnudo con mis sentimientos,
náufrago en el mar
perdido en la cordillera,
delirando en la arena,
extraviado en el cosmos...
así me siento hoy,
abruptamente detenido
cuando avanzaba a la gloria,
los músculos engarrotados,
la mente confundida
sin saber qué hacer,
a donde ir...
no existe isla, luz, oasis ni estrella,
todo ha sido un espejismo,
canto de sirenas
un bonito sueño
que tuvo que terminar
... a la mitad
Juan Gualberto Salazar Rosado