Un día un destello salió del mar,
Emprendió vuelo y al espacio fue a parar,
Era una sirena espacial,
Muy hermosa, rara y especial.
Recorrió la atmósfera con su canto,
Era tan angelical que hasta el mundo detuvo,
Ese día la noche y el día fueron uno,
Se mezclaron he hicieron un nuevo mundo.
Un mundo sin peleas y discusiones,
Sin envidias ni condiciones,
Ella nos dio el mayor regalo que nadie pidió,
La Paz entera en todo el mundo.
Poco a poco su luz mágica se hizo estelar,
Recorriendo galaxias y distintos planetas,
Llevando La Paz y serenidad sin ausencia,
Con su canto dulce y bello de sirena.
Algún día volverá a aquel lugar,
Donde emprendió vuelo por primera vez,
Y volverá para ponerse a llorar,
Al ver que La Paz que dejo,
Se convirtió en guerras, muertes y crueldad.