darkira

Soledad

Soledad

Te recuerdo desde la edad de 14 años.
Al principio no entendía lo que en mi cuerpo sucedía con los pensamientos y sentimientos que completamente me invadían.
Llegaste a mi desde la muerte de mi abuela materna, a la edad de 8 años. Es lo poco que recuerdo, porque su partida me trajo ese mismo sentimiento en el que tú me haz envuelto.
No entendía lo que sucedía en mi interior, hasta el inferior era complicado.
Pasaron los años y poco a poco mi mente y mi cuerpo a ti se acostumbraron.
Vivías en mi por un corto tiempo, desaparecías en cuanto me olvidaba lo que era respirarte.
En mi camino te encontré en cada uno de mis tropiezos. En el momento en que rompieron mi corazón por primera vez. En la decisión de nuevos horizontes. En el adiós que deje en mis padres. En los días que todo era obscuro. En el tiempo en que la única persona que supo alejarme de ti, se había ido de mis manos. En mis libros, mi fantasía. En mis años de pura poesía. Y aún en mi felicidad. Porque aún estando feliz y no necesitándote, te extrañaba.
Ya ha pasado más de una década y aún sigues tan viva en mi. De ser una completa extraña, te convertiste en mi alma gemela. Porque me haz convertido en tu reflejo en los días grises. Porque a donde vaya, lo que haga siempre estás ahí, escondida en mi, en la espera de un ataque para destruir el mundo por mi.