Pepe Pnca

84. RELATO

 

 

 

84.

 

 

 

UNA SONRISA DE VIDA

 

 

 

Visitando un lugar donde habían enfermos de lepra me sorprendió que, entre tantos rostros apagados, hubiera alguien que había conservado unos ojos luminosos que aun sabían sonreír. Entre tantos \"cadáveres\" ambulantes, solo aquel hombre se conservaba humano. Cuando pregunté que era lo que mantenía a este pobre leproso tan unido a la vida, me dijeron que lo observara por las mañanas. Vi que, apenas amanecía, el hombre acudía al patio que rodeaba la leprosería y se sentaba enfrente del muro. Y allí esperaba hasta que aparecía durante unos cuantos segundos otro rostro, una bella mujer que se paraba al frente y le sonreía con una hermosa y amplia sonrisa. Luego la mujer desaparecía y el hombre , iluminado, tenía ya alimento para seguir soportando una nueva jornada y para esperar a que, al día siguiente, regresara el rostro sonriente. Era su mujer. \"Al verla cada diía se que todavía vivo\"- dijo el enfermo. Ahora puedo decir que muchos viven gracias a tu sonrisa, a tus palabras, a la esperanza que les puedas dar. Alguien alguna vez también me dijo: \"No dejes de sonreír y de tratar bien a los demás\".