En la funebre noche de mi dolor, te amo,
te adoro en el delirio de mi recuerdo fiel.
En la desierta senda de mi ilusion te llamo,
y si no respondes todo es amargo como la hiel.
si fuiste luz dorada sobre mi oscuro cielo
vistiendo de rosado mi lúgubre existir.
¡por que cubres mi noche de negro, denso velo
poniéndole ami triste, oscuro por venir?
porque hoy que te reclamo con ansia delirante;
no escuchas mi lamento, mis quejas, mi dolor.
Acaso has olvidado que hermoso y fascinante
llenaste mi sendero de aromas y verdor.
la flor de mis ensueños, doliente se ha extinguido;
sus pétalos marchitos, yo veo por doquier
y; ven que en la desierta rivera del olvido;
tu imagen es la barca que lleva el padecer.